A caballo entre la meseta castellana y la depresión del Ebro, el Moncayo surge altivo y espectacular, y constituye la cima más alta del Sistema Ibérico (2315 m). Su característico relieve, la frondosidad de su vegetación (en contraste a la aridez de las estepas colindantes), su variada flora y fauna, sus fuentes y cursos de agua, confieren a este monte y su entorno una riqueza paisajística de primer orden.
Se trata de un lugar único en Europa, Parque Natural desde el año 1978 que vio su superficie ampliada en 1998. Actualmente el Parque Natural del Moncayo cuenta con una superficie total de casi 10.000 has., y comprende parte de los términos municipales de Alcalá de Moncayo, Añón, Litago, Lituénigo, Los Fayos, San Martín, Tarazona, Trasmoz y Vera de Moncayo.
La climatología de la zona cuenta con veranos suaves y cortos, e inviernos largos y fríos. Conforme se asciende en altura, bajan las temperaturas y aumentan las precipitaciones. Eso hace que en el Moncayo encontremos una variedad vegetal sin parangón, con una fauna asociada igualmente rica. Junto a las encinas o “carrascas” nos encontramos especies como el maulejo o espino albar, el endrino, el rosal silvestre y la gayuba o uva de pastor. La fauna aquí no es muy numerosa, pero sí rica: el sapo corredor, la abubilla, la paloma torcaz, el zorro y la culebra bastarda.Más arriba, el rebollar se mezcla con diversas especies de pinos (introducidos por el hombre desde los años 20), y aquí hallamos al sapo partero, la musaraña enana, el lirón careto, el corzo, el mirlo común, el cuco o el arrendajo.
Su hayedo es uno de los más meridionales de Europa, y más arriba el pino negro, sabinas rastreras y enebros conviven con el colirrojo tizón, la liebre o la víbora hocicuda.
Existe un Centro de Interpretación de la Naturaleza en el Parque Natural (Agramonte) y otro en la localidad de Añón de Moncayo.
martes, 18 de enero de 2011
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